artrosis

La artrosis es un proceso patológico en las articulaciones, que puede tener diversas causas. Todos ellos conducen a una alteración de la función y estructura de una o más articulaciones. Esta enfermedad es la causa más común de dolor articular crónico. Afecta a millones de personas. En cada caso, los síntomas y el tratamiento de la artrosis son individuales y requieren la observación de un ortopedista calificado.

¿Qué es la artrosis?

La base de la enfermedad es la pérdida progresiva del cartílago que normalmente recubre las secciones óseas adyacentes y asegura su deslizamiento entre sí. Bajo la influencia de diversas razones, el tejido del cartílago comienza a colapsar, las células madre inmaduras se activan en el hueso subyacente, se vuelve más denso y se forman en él cavidades (quistes) y excrecencias (osteofitos).

La brecha entre las superficies articulares se estrecha gradualmente y luego desaparece por completo y la extremidad deja de moverse. Con la artrosis, todos los tejidos articulares se ven afectados, incluidos los músculos, ligamentos y la cápsula articular cercanos. Por lo tanto, tratar la artrosis articular es una tarea difícil y en las etapas posteriores solo la cirugía puede ayudar al paciente.

La forma más común de patología es la artrosis deformante, que afecta las grandes articulaciones de las extremidades inferiores, así como las manos.

Causas de la artrosis

Posibles razones para el desarrollo de artrosis:

  • enfermedades endocrinas: diabetes, hipotiroidismo, hiperparatiroidismo, acromegalia, obesidad;
  • lesiones, tanto grandes (fracturas de huesos, como resultado de las cuales sus superficies articulares se desplazan del eje normal), como microscópicas, pero permanentes (durante trabajos duros, carga profesional o deportiva constante);
  • procesos inflamatorios: artritis infecciosa, gota, enfermedades reumatoides;
  • trastornos metabólicos en el cuerpo: enfermedad de Paget y enfermedad de Wilson-Konovalov;
  • anomalías congénitas del desarrollo, por ejemplo, diferentes longitudes de extremidades;
  • defectos genéticos en la estructura del colágeno, por ejemplo, síndrome de Ehlers-Danlos;
  • neuropatías de diversos orígenes: diabética, alcohólica;
  • hemofilia con hemorragias frecuentes en la cavidad articular.

Para tratar con éxito la artrosis de las articulaciones, es necesario eliminar la causa que la provocó.

Síntomas y etapas de la artrosis.

síntomas de artrosis

La enfermedad se acompaña de las siguientes quejas y signos externos:

  • dolor doloroso y movilidad reducida en una o más articulaciones;
  • las sensaciones dolorosas se intensifican después del ejercicio, a menudo por la noche, y en etapas severas de artrosis se vuelven permanentes;
  • una complicación peligrosa es la inmovilidad de las articulaciones, la incapacidad de moverse y cuidarse a uno mismo.

Formas frecuentes de la enfermedad:

  • daño a las articulaciones interfalángicas de los dedos y la base del pulgar, pueden agrandarse, hincharse, a veces volverse dolorosas y se desarrolla inflamación en ellas;
  • artrosis de la articulación de la cadera: más común en hombres, asociada con trabajo físico intenso; la principal causa de esta enfermedad en las mujeres es la obesidad;
  • artrosis de la articulación de la rodilla: más a menudo asociada con actividades profesionales en posición de rodillas y en cuclillas;
  • artrosis de la columna: acompañada de la formación de espolones óseos que pellizcan las raíces nerviosas, provocando dolor, debilidad, alteración de la sensibilidad en las extremidades y dolor constante en la zona lumbar.

Existen tales grados de artrosis:

  • 1er grado: limitación leve de la movilidad.
  • 2do grado: limitación significativa de la movilidad, crujidos durante los movimientos, atrofia moderada de los músculos cercanos.
  • 3er grado: deformación de la articulación con ausencia casi total de movimiento en la misma.

Dependiendo del grado de disfunción y la etapa de la patología, en el tratamiento de la enfermedad participan médicos de diversos perfiles (terapeutas, fisioterapeutas, reumatólogos, neurólogos y ortopedistas).

Tratamiento de la artrosis

El objetivo del tratamiento es eliminar los factores de riesgo y el dolor y restaurar la función articular. Para ello se utilizan varios métodos de influencia:

  • no farmacológicos: informar al paciente sobre su enfermedad y prevenir complicaciones, fisioterapia, adelgazamiento, fisioterapia, uso de dispositivos de asistencia (órtesis, bastones, muletas);
  • medicamentos para la artrosis: medicamentos antiinflamatorios no esteroides, especialmente los de nueva generación: inhibidores selectivos de la COX-2; Para aliviar el dolor crónico está indicado tomar antidepresivos atípicos; los fármacos sintomáticos de acción lenta sólo tienen un valor auxiliar, ya que no se ha demostrado su efecto para ralentizar la destrucción del cartílago;
  • con inflamación concomitante y dolor intenso, los traumatólogos realizan inyecciones intraarticulares de hormonas glucocorticoides;
  • El método más eficaz es la cirugía, que permite eliminar el dolor y recuperar la movilidad.

Se pueden realizar diferentes tipos de cirugía:

  • artroscopia: examen de la superficie interna de la articulación con una pequeña cámara de video (endoscopio), extracción de fragmentos de cartílago que bloquean la articulación;
  • artroplastia – sustitución de la superficie del cartílago con material artificial;
  • osteotomía: cortar o extraer parte del hueso para restaurar el eje normal de la articulación;
  • cirugía artroscópica – restauración quirúrgica de la integridad del cartílago;
  • artrodesis: creación artificial de inmovilidad en una articulación (más a menudo el tobillo) para aliviar al paciente del dolor constante;
  • endoprótesis: eliminación de los extremos articulares dañados de los huesos y reemplazo por una articulación artificial.

Prevención

prevención de la artrosis

No existe una forma garantizada de prevenir la enfermedad. La prevención de la artrosis implica eliminar el exceso de carga en las articulaciones y el tratamiento oportuno de las enfermedades que contribuyen a la destrucción del cartílago. El tratamiento de la artrosis con remedios caseros no ralentiza la progresión de la enfermedad, pero ayuda a aliviar temporalmente el dolor en las articulaciones. Sólo puede considerarse como un complemento a la terapia farmacológica o la cirugía tradicionales.

El tiempo es un factor negativo para un paciente con artrosis. Cuanto antes se inicie la terapia o se realice la cirugía, mejores serán los resultados. Por tanto, si aparecen síntomas de osteoartritis, se recomienda consultar inmediatamente a un médico.